lunes, 31 de octubre de 2011

... más tocas la puerta pero no voy a abrir.

Rodeando pensamientos, emociones y unas que otras palabras, me siento ante el teclado, pienso qué siento y quiero escribir, pero al final de tanto trastocar mi cerebro y corazón descubro que no se, que la cabeza solo da vueltas sobre miles de temas que se empiezan a mezclar mientras más los pienso y que a la postre terminan influenciados por el corazón... bendito corazón que no razona y peor entiende, que solo busca una sarta de excusas para explicar lo que empuja a hacer, a veces acierta y otras mete la pata, mis ojos se cansaron de parpadear y no ver nada y mis manos de buscar y no encontrar... te para calmar las ansias y un pie de manzana para saber que aun sirve mi boca, unas páginas del libro de Saramago que me dicen que la ceguera puede ser blanca y repentina, provocándome un tirón en la panza con una mezcla de agua en las amígdalas y un amargo en la lengua con sabor a lágrimas que se niegan a salir, la luz que parece que tiembla del miedo de "otra vez" y mi ser creando una nueva realidad, no me quedan uñas y tampoco credulidad, creo que voy aceptando la falta de aroma y que la lluvia también puede arder, el cuerpo se disipa pero la piel no deja de sentir, más tocas la puerta pero no voy a abrir.

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