jueves, 27 de diciembre de 2012

Otro año más

Es extraño crecer, darte cuenta que las cosas no perduran, que aferrarse no es una opción, pues se debe tener al desprendimiento como filosofia de vida para no sufrir, uno cambia y le caen mal cosas que antes amaba.
Recuerdo que cuando era niña esperar UN año para navidad era una vida, rogaba que pasen los días para armar el árbol, comer rico y recibir mis regalos, todo era inocencia y alegría, nada de problemas, siempre feliz, ahora ruego que no llegue navidad porque se acaba otro año, estoy más grande, más responsabilidades, (es chevere también) pero a donde se fue la inocencia? Esa felicidad incondicional? El hacer con un trozo de papel una mega corona y creerme reina?
Crecer es triste! Se pierde todo eso, todo lo grandioso de ser niño, toda la imaginación infinita, la dulzura, lo chistoso... Crezco y a veces me pierdo, pero ya no hay tiempo para eso, el reloj no se detiene y uno tiene que aprender a encontrar el camino, hacer cosas que valgan la pena, poner a un lado aquello que te detiene y no parar hasta lograr esa felicidad incondicional de cuando eras niño.
La vida, el medio, el dinero, la falta de él, la profesión, las decisiones, los amigos y los no amigos, las decepciones y más decepciones, los logros y libros te cambian, te hacen mejor si así lo decides, pues yo digo que le agradezco a la vida todos los horrores y maravillas que me han pasado, pues no me arrepiento de nada porque todo ello han hecho de mi quien soy.

Ser niño era grandioso, pero crecer aprendiendo q puedes ser mejor es inigualable.

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